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Kodak Black - Ojalá supiera ir a Michigan [Video Musical Oficial]

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Kodak Black

Este vídeo ha sido tendencia en Estados Unidos y Papúa Nueva Guinea

Kodak Black abre el clip con una actitud pensativa mientras suena el sample de “One Wish” de Ray J, una base nostálgica que marca el tono confesional del tema. Desde los primeros compases, el video alterna planos cerrados de su rostro, repleto de joyas, con tomas panorámicas del vecindario en Florida, transmitiendo el contraste entre la fama y la dureza de la calle. Dirigido por KillerJack y YSFX, el tratamiento visual mantiene la iluminación tenue y predominan los colores oscuros, reforzando la carga introspectiva de la canción.

A nivel narrativo, Kodak se coloca en diferentes escenarios cotidianos: apoyado sobre autos de lujo, rodeado de su círculo cercano o caminando delante de una tienda de conveniencia durante la noche. La cámara se mueve con fluidez para mostrar tanto la opulencia de su presente como las cicatrices de su pasado; abundan los planos de billetes, relojes y cadenas, pero también gestos de preocupación y la constante vigilancia de su entorno. Esa dualidad refleja la letra, en la que admite que desearía dejar el estilo de vida callejero, aunque sigue atrapado por la violencia, las adicciones y la lealtad a su “hermandad”.

La canción se apoya en un ritmo lento, con 808 marcadas y arreglos de guitarra que se funden con el sample de R&B, creando una atmósfera melancólica. Líneas como “Desearía poder dejar de ser un thug de verdad” o “Debo mantener ese fuego, sin importar cuán rico me vuelva” revelan la lucha interna del rapero: quiere protegerse y, a la vez, encontrar redención. El estribillo, repetido de forma casi catártica, subraya esa sensación de deseo frustrado y pone el foco en la vulnerabilidad detrás de la imagen de “rey de la calle”.

Visualmente, la dirección opta por un montaje rápido que enfatiza el pulso narrativo de la letra. Las escenas de motos acuáticas, jets privados y clubes nocturnos simbolizan su ascenso económico, mientras que los muros grafiteados, los callejones y los tributos a amigos caídos evocan la realidad de la que habla. No hay coreografías ni cameos “mainstream”; la atención se centra en la autenticidad de Kodak Black relatando su historia a la cámara.

Cerrando el video, el beat se atenúa y las luces de los coches se apagan, dejando a Kodak recostado en el capó bajo el cielo nocturno. El plano final, acompañado por un susurro de la melodía de Ray J, sugiere que el deseo de escapar sigue sin cumplirse. Con “I Wish”, el artista entrega una pieza que combina confesión personal, estética de lujo y crudeza callejera, consolidando su habilidad para convertir vivencias traumáticas en un relato audiovisual poderoso y cercano a su audiencia

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