Construí un mega acuario (para los peces más geniales)

TerraGreen

Este vídeo ha sido tendencia en Papúa Nueva Guinea, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido

El video comienza con el creador explicando que, tras años de mantener acuarios pequeños y medianos, se ha propuesto algo mucho más ambicioso: un tanque personalizado “mega” que será el punto focal de su fish room. Describe su visión: un amplio acuario de vidrio de baja iron, lo bastante grande para que los “peces monstruo” puedan comportarse de forma natural, con un soporte hecho a medida, filtración sobredimensionada y un aquascape dramático que pueda admirarse desde varios ángulos. Las primeras escenas se centran en la planificación, las mediciones precisas y la elección de materiales, enfatizando por qué el vidrio más grueso, los refuerzos robustos y la silicona de grado industrial son innegociables cuando se van a contener cientos de galones de agua en una vivienda.

La construcción pasa luego a un trepidante time-lapse. El creador fabrica un bastidor de acero soldado, añade patas niveladoras y lo recubre con contrachapado marino antes de colocar los enormes paneles de vidrio con ventosas y la ayuda de un pequeño equipo. Paso a paso, muestra cómo sella las juntas, deja curar la silicona y realiza una prueba de fugas de 24 horas llenando el tanque por etapas para controlar la curvatura y los puntos de tensión. Mientras sube el nivel del agua, enseña el sistema de filtración: canister filters de gran capacidad combinados con un sump, calentadores redundantes controlados por termostatos externos y una bomba de aire con batería de respaldo para cortes de luz. Detalles como aislar la tubería para reducir vibraciones y añadir uniones desmontables para facilitar el mantenimiento ponen de relieve su experiencia y la importancia de la fiabilidad en acuarios de gran tamaño.

Superadas las pruebas estructurales, la atención se centra en el aquascaping. Se enjuagan y estratifican bolsas de sustrato especializado para fomentar bacterias beneficiosas; después se añaden grandes piezas de spider wood, lajas de pizarra seleccionadas a mano y plantas ancladas artificialmente capaces de soportar peces bulliciosos. Barras LED se suspenden en soportes regulables para ajustar espectro e intensidad según el crecimiento de las plantas y la coloración de los peces. Mientras el agua termina de ciclar con material filtrante sembrado y bacterias embotelladas, el creador explica cómo controla amoníaco, nitrito y nitrato, insistiendo en que incluso un sistema “mega” puede colapsar si no se mantiene la paciencia.

La recompensa llega cuando por fin entran los “peces más geniales”. Los espectadores conocen una mezcla llamativa de especies elegidas por compatibilidad y atractivo visual: un flowerhorn de patrones vibrantes como pieza central, un trío de lochas payaso que patrullan el fondo, un cardumen de silver dollars que anima la zona media y una dócil anguila de fuego que se desliza por las cuevas al anochecer. Cada pez se aclimata por goteo para minimizar el estrés y se libera con luces tenues para facilitar la transición. En la hora de la comida se ve cómo el mayor volumen de agua estabiliza los parámetros y permite que los peces se alimenten con menos competencia, mostrando colores más intensos casi de inmediato.

En los últimos minutos, el creador ofrece un desglose franco de los costos—materiales, equipo y fauna—y reconoce que la verdadera inversión es el cuidado continuo. Detalla una rutina semanal de cambios parciales de agua, enjuague de esponjas filtrantes y control de parámetros, e invita a los suscriptores a seguir futuras actualizaciones sobre crecimiento, comportamiento y posibles nuevos compañeros de tanque. Concluye que el éxito del proyecto demuestra que, con planificación cuidadosa, paciencia y el equipo apropiado, un aficionado puede construir un acuario “mega” que mejore tanto el bienestar de los peces como el disfrute de quienes lo observan

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