Sobreviviente del campo de exterminio en Teuchitlán narra lo que ocurría dentro del rancho Izaguirre

Telediario Guadalajara

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**Sobreviviente del campo de exterminio en Teuchitlán narra horrores vividos en el rancho Izaguirre**

En un testimonio estremecedor, un sobreviviente del campo de exterminio en Teuchitlán, Jalisco, reveló las atrocidades vividas dentro del rancho Izaguirre, que funcionaba como centro de adiestramiento y exterminio. El testimonio, recopilado por Alejandro Domínguez, revela la cruda realidad de lo que ocurría en ese lugar durante dos meses y medio entre junio y septiembre del año pasado.

El sobreviviente relató cómo fue reclutado bajo falsas promesas de trabajo, solo para descubrir que estaba atrapado en un lugar donde la violencia y la muerte eran moneda corriente. Habló de las brutalidades presenciadas, incluyendo maltrato, asesinatos y el desmembramiento de aquellos que no lograban pasar los inhumanos niveles de adiestramiento impuestos por los líderes del lugar.

En un ambiente macabro, los cuerpos de las víctimas eran llevados a un cuarto denominado 'la carnicería', donde eran desmembrados y en ocasiones incinerados en hornos. El sobreviviente describió cómo se veía obligado a participar en estas atrocidades como parte del adiestramiento, bajo la amenaza de ser asesinado si se negaba a cumplir las órdenes.

El campo de exterminio no discriminaba: hombres, mujeres, jóvenes y adultos eran sometidos a un régimen de terror y violencia, con el objetivo de convertirlos en sicarios de élite. A cambio de completar el 'adiestramiento', se les pagaba con 3,000 pesos semanales, en un intento de convertirlos en asesinos despiadados.

El testimonio también reveló la existencia de prendas y calzado perteneciente a las víctimas, utilizados como un elemento más de control por parte de los responsables del lugar. Además, se detalló que no se admitían menores de edad, aunque sí se aceptaban mujeres entre los reclutas.

El sobreviviente logró escapar de ese infierno, con el único deseo de reunirse con su hijo y dejar atrás la violencia y la muerte que dominaban su día a día en el rancho Izaguirre. Su valiente testimonio arroja luz sobre la oscuridad que imperaba en ese lugar, recordándonos la importancia de denunciar y combatir cualquier forma de violencia y abuso

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