videoblogs.com
es

¿Qué pasa si uno se queda demasiado tiempo en el metro?

Favoritos

Antton Racca

Este vídeo ha sido tendencia en Bélgica

El vídeo se abre con una pregunta sencilla: ¿qué ocurre si uno permanece horas, e incluso días enteros, en el metro? Para responderla, el autor se sumerge durante un largo periodo en la red parisina. Primero explica que el metro es un entorno cerrado, mal ventilado y sometido de forma constante a flujos de viajeros, lo que lo convierte en un laboratorio ideal para estudiar la contaminación del aire, el ruido, la luz artificial y sus efectos acumulados sobre el organismo.

Equipados con sensores portátiles, los participantes miden las partículas finas (PM10 y PM2,5), procedentes sobre todo del frenado mecánico de los trenes. Los resultados superan a menudo los umbrales recomendados por la OMS, especialmente en las horas punta. El especialista entrevistado subraya que, a largo plazo, estas partículas irritan las vías respiratorias, agravan el asma y aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Aunque un viaje cotidiano no suponga peligro para la mayoría de los usuarios, la exposición prolongada —como la de los agentes de mantenimiento o los músicos del metro— constituye un auténtico problema de salud pública.

La contaminación acústica es el otro factor negativo. Los niveles registrados rozan a veces los 100 dB cuando los trenes llegan a estaciones estrechas. Según el audioprotesista invitado, semejante estruendo provoca una fatiga auditiva comparable a la de un concierto de rock y acelera la pérdida de agudeza auditiva. Se recomienda el uso de tapones o cascos antirruido a los trabajadores que pasan la jornada en los andenes.

Luego surge la cuestión del ritmo circadiano. Privado de luz natural, el cuerpo tiene dificultades para regular la producción de melatonina. Al cabo de unas horas, los voluntarios sienten fatiga, irritabilidad y problemas de concentración. El neurocronobiólogo consultado recuerda que el ciclo luz-oscuridad es un sincronizador clave del reloj interno; pasar demasiado tiempo bajo iluminación fluorescente, sin exposición al sol, perturba el sueño y puede favorecer el estrés crónico.

La experiencia también pone de relieve la dimensión psicológica. En los vagones poco concurridos o en los pasillos de correspondencia se instala una sensación de encierro. Los movimientos de la multitud, los olores y la falta de espacio generan picos de cortisol, la hormona del estrés. Los sociólogos entrevistados recuerdan que algunas personas sin hogar viven literalmente bajo tierra; su salud mental se deteriora aún más rápido porque no tienen acceso a la luz del día, a un aire exterior más limpio ni a un entorno social tranquilo.

Por último, el vídeo concluye que pasar ocasionalmente varias horas en el metro no es dramático, pero que una exposición continua incrementa rápidamente la factura fisiológica: partículas finas, niveles sonoros elevados, alteración del reloj biológico y sobrecarga mental forman un cóctel arriesgado. Para limitar los efectos, se aconseja variar los modos de desplazamiento, evitar los andenes más encerrados, salir con regularidad al aire libre, optar por trenes recientes con mejor ventilación y, cuando sea posible, desplazar los horarios de viaje fuera de las horas punta

Compartir vídeo

¿Te gusta ¿Qué pasa si uno se queda demasiado tiempo en el metro?? Compártela con tu gente...