ME TOCO SER PAPÁ DE VI CHENTE👶🏻😳‼️ESTO HICIMOS EN EL DIA 🤣‼️

ALEJANDRO HURTADO

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El creador inicia el vlog explicando que, por un día completo, le tocó convertirse en “papá” de Vi Chente: un bebé inquieto que le prestaron para demostrar cuánto ha madurado y medir su paciencia. Con mucho humor muestra su mezcla de miedo y emoción mientras se prepara psicológicamente para una jornada llena de pañales, biberones y llantos inesperados.

La aventura arranca a primera hora de la mañana cuando el pequeño despierta llorando; el youtuber se las ingenia para calentar el biberón, pero termina salpicando leche por toda la cocina. Entre tropiezos descubre la dificultad de cambiar un pañal correctamente, bromea con el olor y confiesa que subestimó la fuerza de un bebé cuando Vi Chente lo patea accidentalmente. Aun así, logra calmarlo con un improvisado baile y celebra su primer éxito paternal.

Más tarde sale de compras para reponer pañales, toallitas húmedas y comida de bebé. En el supermercado interactúa con varios curiosos que lo felicitan por su “paternidad exprés”, mientras él pretende ser un experto y termina pidiendo ayuda para elegir la fórmula adecuada. De regreso en casa intenta grabar contenido para su canal, pero Vi Chente monopoliza la atención: derrama jugo sobre la computadora, se aferra al micrófono y obliga al creador a pausar todo para jugar con bloques de construcción.

Al llegar la tarde lo lleva al parque para que gaste energía. El youtuber lo sube al columpio, corre tras él cuando intenta comer tierra y se lleva un susto al perderlo de vista por unos segundos. A la vez, reflexiona frente a la cámara sobre la responsabilidad que implica cuidar a un ser tan pequeño y admite que nunca había valorado tanto el trabajo de sus propios padres. Un helado compartido y una siesta improvisada en la carriola le permiten recargar fuerzas antes de la recta final.

La noche trae el desafío mayor: la hora del baño y el llanto inconsolable. Entre pataleos y chorros de agua, el creador consigue enjabonarlo sin que se resbale, lo seca con una toalla gigante y le pone un pijama que, por error, coloca al revés. Después de varios cuentos, canciones y un biberón de “emergencia”, Vi Chente por fin se duerme. Exhausto pero orgulloso, el youtuber cierra el día admitiendo que la experiencia lo transformó: aprendió sobre amor, paciencia y sacrificio, y concluye que, aunque fue divertido, prefiere seguir preparándose antes de ser papá a tiempo completo.

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